La Marcha se realizó por primera vez en la medianoche del 27 de enero de 1953, para esperar el advenimiento del centenario del natalicio de José Martí, en la etapa de la dictadura batistiana, una de las más trágicas y sanguinarias de la vida cubana. La persecución, los actos criminales, los asesinatos hacia los jóvenes dispuestos a cambiar el estatus político, económico y social de la Isla, se hacía cada vez más insoportable. Ante tanta crueldad injusta de la tiranía, la FEU y otras fuerzas revolucionarias de la nación, crearon condiciones para rendir tributo al Maestro y lo hicieron, pese al reiterado permiso denegado.