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Antecedentes

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ANTECEDENTES

Fundar la Cátedra Ernesto Che Guevara, en medio de la lucha por la utopía de una sociedad de hombres y mujeres nuevos, nos lleva a partir del análisis más lúcido y honesto de lo existente. Él resulta sumamente importante, mucho más de lo que nos brinda como imagen, y tanto como el valor que aporta su ejemplo de revolucionario y pensador.

El primer aporte del Che, es siempre el Che mismo: su personalidad, sus hechos, sus ideas y su leyenda, teniendo en cuenta la combinación de sus rasgos básicos con sus circunstancias.

Se formó en una gran revolución social, la cubana, y en ella recorrió el largo camino de aprender a subvertir todo el orden y las ideas vigentes, pasar de la subversión precaria al triunfo. Con el despliegue y la victoria de la revolución, el presente cambió. El presente normal es cotidiano, se alarga a lo sumo hasta la semana próxima, está relacionado con la supervivencia y con la actividad de conjunto del sujeto, con el trabajo y la familia. La gran revolución convirtió al presente en cambios profundos, de la sociedad y de las personas. Y el futuro, esa proyección del material con que vivimos la cotidianidad y los sueños individuales, expresado en lo que pensamos llegar a tener trabajando, estudiando, negociando, creyendo, en el propósito del ahorro, en el crecimiento de los hijos, ese futuro se alargó en el tiempo, se convirtió en proyectos, se socializó y se tornó trascendente y colectivo. Las circunstancias de la acción revolucionaria, de la conversión del presente en cambios y del futuro en proyectos, formaron el medio en que floreció el Che. El héroe de la guerra, el dirigente, alcanzó su estatura mayúscula porque logró estar a la altura teórica y práctica planteada por un conjunto de retos tremendos.

Como pensador revolucionario fue, el protagonista famoso de hechos muy radicales. Esto le da a su pensamiento una carga de prestigio y un atractivo que resultan extraordinarios. La relación entre sus ideales, su teoría y su actuación, no permite atribuir a sus ideas una gama tan amplia de significaciones que puedan ser manipuladas al servicio de adecuaciones al sistema, a pesar de su gran riqueza de caminos y sugerencias.

Rompe el consenso con el orden vigente, es igual a rebeldía, en las condiciones actuales identifica la no redención, la constancia, la intransigencia, forma parte de una memoria histórica de lo que pueden lograr los seres humanos a través de la lucha, y potencia el significado de esa memoria.

Restablece la continuidad de la propuesta anticapitalista socialista, una corriente específica de rebeldía y de ideas que tiene una historia desde el siglo XIX hasta hoy, ninguna persona honesta puede separarlo de esa vertiente. Él rebelde recibe reconocimiento hoy: es un combatiente y un pensador que vivió y murió por las revoluciones socialistas de liberación nacional y por el proyecto comunista de vida y de sociedad.

No es identificable con el pasado del socialismo sino con su futuro. En el mundo de los años 60, el Che y la Revolución cubana protagonizaron una herejía, con su pensamiento y con sus actos, a la vez que ejercían la defensa de la revolución y del marxismo bien entendido. Lo que lo pone en condiciones muy favorables de servir bien a la tarea urgente de recuperar la herencia socialista, y sobre todo, la de crear y recrear proyectos de cambio más ambiciosos que todos los que ha habido.

Nos propone hoy valores, más bien que cualquier otra cosa. Sus reclamos son ética, entusiasmo, mística, consecuencia, correspondencia entre los dichos y los hechos. Dadas las necesidades fundamentales actuales, y dadas las debilidades organizativas e ideológicas que tienen hoy los anticapitalistas, esa propuesta puede ser la más idónea para avanzar.

En su pensamiento y mediante su conducta, desarrolla mucho las relaciones entre la actuación y la vida cotidiana, por un lado, y los objetivos finales que se tienen. Es el hombre de los “cómo”, y no solamente de las grandes palabras. El ser humano que enlaza las grandes frases con las tareas más concretas, y relaciona las mediaciones de las tareas revolucionarias con los principios generales que deben regirlas.

Es un pensador marxista de la praxis, opuesto al determinismo. Ayuda a fundamentar teóricamente la oposición a las formas teorizadas de adecuación al sistema dominante, y  a las actitudes de resignación. Ayuda a oponerse a la espera de lo que en otras épocas se llamaba “condiciones objetivas”. Ayuda a fomentar los papeles de la convicción y de la actuación, a la vez que constituye a que la necesidad de teoría sea viable y eficaz para el movimiento revolucionario.

40 años de ausencia y presente, desanda entre nosotros el Médico Revolucionario que no ha desaparecido, el Guerrillero Heroico de todos los senderos de justicia, el Comandante que ordena y manda, amigo y compañero, el Ministro que avizora los peligros y nos ilumina el camino a transitar, pues a cada instante nos motiva a la reflexión, el debate, y a la imperiosa necesidad de convocarnos con las tareas de primer orden en la continuidad de la obra revolucionaria socialista.

Poseemos conciencia de que “el individuo virtuoso, ejemplar, revolucionario, activo contra los males actuales, capaz de romper el consenso a la resignación ante el orden vigente impuesto por los prepotentes, intransigente, restablecedor  de la propuesta socialista anticapitalista, identificado con las profecías del socialismo y sus jornadas heroicas, con valores éticos, entusiasta, rebelde, consecuente”, ese Che,  existe en cada cubano y hombre de bien, pero hay que multiplicarlo cada día más, porque solo así será un mundo mejor posible.

Disímiles son las formas utilizadas por las Instituciones de Educación Superior para interactuar con su legado, es precisamente esta Cátedra, la primera creada en la Atención Primaria de Salud, una de ellas.