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Boletín Antinomia. No. 5. Abril 2012

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       En este Número

 

Editorial

Artículos presentados:

Oposición vs.  Gobierno de los Cien Días Josefina R.  Acosta de Para

Protestantismo y Revolución Yoslaine González Ramos

La Ciencia en la cultura nacional cubana. Su popularización  Felipe O. Moreira Seijos 

Actividades de nuestro Departamento

Historias junto a Piti Armando Peña Herrera

Efemérides

Un momento para los Cinco

Noticias recientes en la Universidad Virtual ¨Fajardo¨

Contactos con el Boletín

 


 

EDITORIAL

 

   Es abril mes de conmemoraciones a lo largo de la historia de la Patria: la huelga revolucionaria contra la tiranía de Fulgencio Batista, el enfrentamiento y la victoria ante el ataque  mercenario  por  Playa Girón y la creación de dos grandes organizaciones que aglutinarían a los niños y jóvenes de nuestro país, ambas fruto del genial conductor de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

La primera, creada el 4 de abril de 1961, con el nombre de Unión de Pioneros Rebeldes (UPR), bajo la dirección de la Asociación de Jóvenes  Rebeldes (AJR), se encargaría de formar la cantera de niños y adolescentes de la que se nutriría el futuro. Desde un inicio tuvo como  objetivo central la formación de  las nuevas generaciones en el amor a la patria y a todos los pueblos del mundo, el reconocimiento a los héroes, el desarrollo del interés por el estudio, y de los hábitos de trabajo y responsabilidad social, además de la participación en el combate ideológico, cuya victoria más memorable en nuestro tiempo fue la lucha por la liberación del niño Elián González. Todo ello ha puesto en alto la labor de esta organización. Los palacios de pioneros, campamentos y círculos de interés han ocupado un lugar especial.

 En la celebración del I Congreso de la AJR, la organización infantil cambió de nombre y pasó a llamarse Unión de Pioneros de Cuba, lo que delimitó su proyección futura. En abril de 1977, en la celebración del III Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), se discutió ampliamente el trabajo pioneril y en una de sus tesis se propuso, atendiendo a criterios psicológicos, pedagógicos, organizativos y políticos, que asumiera el nuevo nombre de Organización de Pioneros José Martí.

La UJC, que cumple en este año su 50 aniversario, fue creada el 4 de abril de 1962 y ha recibido históricamente en su seno a lo mejor de la juventud cubana. A ella se integraron los jóvenes que lucharon contra la tiranía batistiana desde las organizaciones revolucionarias, así como trabajadores y estudiantes que aspiraban a un mundo mejor.

Bajo su consigna fundamental de Estudio-Trabajo-Fusil, ha estado presente en todos los frentes de lucha de nuestro pueblo, demostrando su vigor, entereza, espíritu de sacrificio y la decisión de sus militantes de ofrendar hasta sus propias vidas.

Relevantes tareas en la defensa de la Patria han sido protagonizadas por nuestros jóvenes, dentro de las filas de las FAR, el MININT, en las milicias, en la reserva o en el cumplimiento del Servicio Militar. Todavía están frescas las imágenes de Angola, Etiopía y otras gloriosas misiones internacionalistas.

En el trabajo creador, tanto en la producción de nuestras industrias, como en la agricultura, los servicios, y en especial en la educación y la salud, son numerosas las proezas laborales.

 Muchos miles de jóvenes de ambos sexos se han convertido en médicos, enfermeros, maestros, tecnólogos, ingenieros, pilotos, científicos, etc., gracias a la labor educacional de la Revolución y a la orientación de esta organización, que ha tenido esta tarea como una de las más importantes en la formación del hombre nuevo.

La juventud de hoy afronta nuevos retos. Hay que desplegar, según apuntaba el compañero Raúl Castro Ruz en el Informe Central al VI Congreso del Partido, “un intenso trabajo de enorme responsabilidad para preservar y desarrollar, sobre bases firmes y sustentables, el futuro socialista e independiente de la Patria”.

Para la UJC y para todos los jóvenes cubanos eso es un gran desafío. Tenemos el ejemplo en toda la historia de lucha de nuestro pueblo, en nuestros combatientes internacionalistas, en la actitud asumida por nuestros Cinco Héroes y por nuestro pueblo revolucionario que ha sabido resistir por más de cincuenta años, las amenazas y agresiones del imperialismo norteamericano.

Las imágenes de Mella, Camilo y el Che, nos inspiran en el combate y la figura legendaria de nuestro Comandante Fidel nos conducirá hacia la victoria.

 



ARTíCULOS PRESENTADOS

 

Oposición vs.  Gobierno de los Cien Días

Por: Josefina R.  Acosta de Para

El Gobierno de los Cien Días es un tema imprescindible en los cursos de Historia de Cuba del período republicano. Su carácter heterogéneo y especialmente las medidas que se adoptan durante ese gobierno son temas obligados de estudio.

Es sabido que el Gobierno de los Cien Días es la continuidad de la Pentarquía, producto del 4 de Septiembre, ensayo foráneo introducido por el DEU, de corta duración y sin trascendencia política alguna. El nuevo gobierno ya fue otra cosa.

 Los estudiosos de ese proceso han definido tres tendencias en su seno: la reaccionaria, representada por el ex-sargento ahora devenido Coronel, Fulgencio Batista Zaldívar, Jefe del Estado Mayor del Ejército; la nacional reformista, representada por el propio presidente Ramón Grau San Martín; y la revolucionaria, que encarna el joven Antonio Guiteras Holmes y cada una de sus actividades. Sin embargo, lo que en la mayoría de los textos oficiales no se detalla, son los múltiples incidentes protagonizados por la oposición causantes en gran medida de su frustración.

A la hora de analizar la trayectoria de este gobierno todo lo bueno recae en Guiteras y todo lo malo en Batista, éste último protagonista del Golpe de Enero del 34 que pone fin al gobierno. ¿Y Grau? Detrás de este maniqueísmo quizás se juzgue lo que hicieron después en la historia de Cuba sin percatarnos que “mirar desde el futuro hacia el pasado provoca en el mejor de los casos una distorsión poco sincera”1

Cuando desapasionadamente analizamos los 123 días que dura esta administración es menester que dediquemos unos instantes a considerar todos los obstáculos que tuvo que enfrentar el gobierno de Grau. El primero y más importante de todos y del que se deriva la mayor parte de sus males, está en la persona de Benjamín Sumner Welles, embajador de los Estados Unidos  en Cuba desde los días finales del  “machadato”.

Este personaje nunca perdonó ni a la Pentarquía, ni a Grau San Martín, ni al DEU que los instauró en el poder,  el haber destruido su gran obra: el gobierno mediacionista de Carlos M. de Céspedes. Fue más allá incluso que promover todo tipo de oposición dentro del país: llegó a distorsionar sus informes oficiales al Secretario de Estado del país vecino, en su afán por lograr el no reconocimiento del gobierno por parte de Estados Unidos, alternativa que se vislumbró en algunos momentos.

Otro elemento a tomar en consideración es la oposición  conformada desde un inicio por los políticos tradicionales: el ex-presidente Mario García Menocal,  el ex-coronel Carlos Mendieta Montefur,  representantes del  ABC y desde luego la antigua oficialidad del ejército, quienes efectuaron todas las alianzas habidas y por haber y concibieron todos los planes posibles encaminados a la destitución del gobierno.

Debemos tener en cuenta además las fuerzas armadas. Dentro del nuevo ejército: el desconocimiento del gobierno norteamericano a la gestión de Grau, la amenaza latente de intervención al amparo de la Enmienda Platt, la Isla flanqueada por buques de guerra norteamericanos y el temor a perder sus recientes privilegios, unido a sus ansias de poder y al temor de que un cambio de aires lo llevara ante el paredón de fusilamiento por su participación en la Sedición del 4 de Septiembre,  precipitaron a Batista en los brazos de Welles, convirtiéndolo en instrumento de la traición.

La antigua oficialidad, por su parte, desplazada de sus funciones y privilegios por la Sublevación de los Sargentos y liderada por el General Julio Sanguily, ex Jefe del Estado Mayor del Ejército en el gobierno mediacionista de Céspedes, protagonizó  uno de los episodios más significativos que tiene que enfrentar el gobierno de Grau-Batista-Guiteras: los sucesos del Hotel Nacional.

(Continuará en el próximo número…)

1 Martí TAibo II, Paco Ignacio. Tony Guiteras. Un hombre guapo. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2009 pp.4

 

 

Protestantismo y Revolución

Por: Yoslaine González Ramos 

 

Se necesitan más que nunca templos de generosidad para el hombre.

José Martí

  ¡Salve, oh Martí tu grandeza sencilla, que quiera el cielo que nosotros,

            los normalistas de esta generación sepamos cumplir con nuestro deber…!

Frank País 

Quien traiciona al pobre traiciona a Cristo.

Fidel Castro

L a religión siempre ha devenido un tema abrasador, en todo momento y lugar se pueden rotular panegíricos y detractores que a un mismo compás, la han sofocado o atizado en la hoguera de la historia. Más allá de un tratamiento imparcial, como trató de certificarse desde un Cuadro de Racionalidad Clásico, que era posible realizar con cualquier fenómeno, a veces se termina amputando con rígido escalpelo a la religión de su medio natural: la sociedad.

La historia propiamente dicha de la llegada del protestantismo a Cuba, es diligente reflejo de los complejos momentos y vicisitudes que la religión debió desafiar, como parte también de la cristalización de lo que se ha dado en llamar nacionalidad cubana. Momento y proceso que de  ser confinados al pasado o futuro, supondrían una barrera a sus propios y dialécticos desarrollos. De ahí lo significativo de repasar, aunque al vuelo, la historia por algunos olvidada del protestantismo como religión que prende en nuestro suelo revolucionario, para arrojar un poco de renovada claridad a nuestro hoy.

La obra de los “Misioneros Patriotas”, norteamericanos protestantes que a causa de sus convicciones anticolonialistas o deseos de mejora económica vinieron para Cuba, marcó un punto de inflexión en el ingreso de la religión protestante en Cuba, en la década de los 80 del siglo XIX. Ellos, al entregarse a la causa liberadora, serían los primeros ejemplos en demostrar puntos de confluencia entre la causa independentista cubana y la religión protestante. Más allá de los superficiales contactos con corsarios y piratas, durante la Toma de La Habana por los ingleses, la intervención norteamericana en la guerra de España y Cuba significó, desde el plano del protestantismo, el primer acercamiento.

Las misiones en 1898, por lo general, iban dirigidas a las clases medias y altas urbanas, camino más corto, pensaban, para sustituir al catolicismo. Esto propició una mayor identificación con el imperialismo del norte que con la causa independentista, razones que explicaron ­—junto al hecho de que se comenzó a identificar a la iglesia católica como el único sesgo de cultura hispánica y no norteamericanizada que quedaba en el país— por qué la religión católica sería apreciada como una forma de conservar la identidad nacional y por qué no se convertiría masivamente el pueblo cubano hacia el protestantismo.

El mayor impacto que causaron fue a través de las escuelas, que llegaron a competir con las mejores escuelas privadas católicas: “Candler College”, metodista, en La Habana; “La Progresiva”, presbiteriana, en Cárdenas. Surgirían además nuevas iglesias: en 1912 el Ejército de Salvación y en 1935 los Adventistas del Séptimo Día. Ya había protestantes convencidos, que exigían una propia forma de vivirlo y concebirlo. Iglesias criollas que hablan de la seriedad con que se empezó a asumir el ser religiosos protestantes. Los inicios ecuménicos, por tanto, pueden calificarse de arduos y anémicos. La situación más favorable en aras de este ecumenismo fue en 1940, con la aprobación de una nueva Constitución de la República que reafirmaba el carácter laico del Estado, la separación Iglesia-Estado y el respeto a la libertad de cultos.

Sin lugar a dudas es Frank País, el paradigma de la unión entre revolución y religión. En la revista Honor, Armando Hart Dávalos comenta que en su vida se articularon tres elementos claves: su familia, con una raíz ética y sensibilidad profunda hacia los pobres; la escuela, la de los bautistas de la que su padre fue maestro y la Universidad de Oriente, cantera de formación de sus valores morales y patrios; y la tradición también patriótica de su ciudad Santiago de Cuba. En el colegio “El Salvador”, perteneciente a la II Iglesia Bautista de Santiago de Cuba, Frank País comienza como maestro de Historia de Cuba y de Moral y Cívica. Antes de formar parte de este claustro de profesores, se le realizó un test psicológico que propició la información siguiente: sus libros favoritos eran los de Historia, Aviación, Religión y Política y la ocupación que más le gustaba era ser maestro y líder religioso. Quién mejor para forjar hombres de valores nacionales y virtudes justas, que quien fue capaz de dirigir la lucha en la clandestinidad contra Batista, en su segundo punto de algidez, hasta entregar su propia vida con solo 23 años. Su consagración, que llegaba a lo más sensible de él, se expresaba no solo mediante las oraciones, o melodías que tocaba en el órgano o acordeón de su iglesia, sino también en sus seudónimos de lucha clandestina. No solamente David, su último nombre de lucha, sino también Salvador y Cristian, los dos anteriores, son muestra de ese sentir que emanaba al unísono de su convicción independentista y religiosa.

Nuestro Comandante Fidel Castro Ruz expresó en una ocasión que:

…yo creo que las enseñanzas de Cristo son altamente revolucionarias, y coincidentes en absoluto con el objetivo de un socialista, de un marxista leninista.2

Huelga recordar que el propio Fidel de niño estudió en el colegio “Los Hermanos de La Salle” y después en el jesuita “Colegio de Dolores”, de Santiago de Cuba, aunque asegura que nunca fue realmente un cristiano. Pero como le afirma a Frei Betto, nunca se realizó una encuesta para descartar de la lucha revolucionaria a aquellos que eran religiosos. Cuando le pregunta por Frank País en específico y José Antonio Echeverría, conocidos cristianos, respondió que ellos buscaban a la gente con disposición para la lucha. Aquel otro problema nunca se planteaba; nunca habló con ninguno de los dos de esos temas y rememoró el momento de lectura del testamento político de José A. Echeverría, en el que se emitía una invocación a Dios a la que él realizó una muy fuerte crítica, tanto desde el punto de vista de la verdad histórica, como desde el prejuicio de considerar que esa invocación no debía repetirse porque le quitaba mérito o reducía la entereza de José A. Echeverría.

Después del triunfo de la Revolución surgirían otros problemas complejos que harían entrar en contradicción este binomio que para muchos nunca fue, ni es, ni será excluyente. Ese punto en la actualidad ha sido superado en buena medida. El ambiente de ecumenismo fue fertilizado también por la honrosa actitud que durante la década de los noventa tuvieran hacia nuestro país distintas congregaciones religiosas del exterior —lideradas por los Pastores por la Paz—, así como por la voluntad del Gobierno Revolucionario de normalizar y refundar sobre la base del respeto y la armonía sus relaciones con el laicado cubano, voluntad que sería correspondida de manera casi unánime por los representantes de los religiosos cubanos. Parafraseando a un pastor protestante héroe de Playa Girón en diálogo con Fidel, no es distinto el pueblo en las plazas al pueblo en el interior del templo.

La Revolución ha sido una desde su comienzo en 1868 hasta nuestros días, como expresara Fidel. Desde entonces, hombres de profunda fe religiosa —protestantes también— han hecho devenir estas coordenadas una. La muestra más actualizada de lo extenuado del conflicto religión-revolución, es la visita del Papa Benedicto XVI —Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano— a nuestro país, desde el 26 al 28 de marzo de 2012, como invitado del Gobierno y de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

1 “Honor”, Revista de la Sociedad Cultural José Martí, N. 32, La Habana, 2011.

2  Betto, Frei. Fidel y la Religión. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1985, p.21.

 

 

La Ciencia en la cultura nacional cubana. Su popularización

Por: Felipe O. Moreira Seijos                     

Desde comienzos del siglo XIX se desarrollaba en Cuba un movimiento de la intelectualidad encaminado al avance de la ciencia, pero además a su divulgación, con el fin de acrecentar la cultura de las amplias capas de la población. El Apóstol de la Independencia de Cuba, José Martí, fue el promotor y popularizador  más consecuente y sistemático de la Ciencia en Cuba e Hispanoamérica.

Desde las páginas de La América, en 1883 y 1884, animaba a los pueblos del continente a adoptar una educación científica, para participar y estar a la vanguardia en el desarrollo científico. En su artículo Escuela de Electricidad vaticina  “… y no está la reforma completa en añadir cursos adicionales de enseñanza científica a las universidades literarias, sino en crear universidades científicas… en enseñar todos los aspectos del pensamiento humano en cada problema…en llevar solidez científica, solemnidad artística, majestad y precisión arquitecturales a la literatura”

Desde la tribuna que poseía, las páginas de La América, desarrolla una batalla colosal contra la enseñanza escolástica y aboga por la introducción de la Ciencia. Véase en el artículo Educación Científicas sus reflexiones con relación a la enseñanza que divorcia al hombre de la Naturaleza, lo que califica de crimen monstruoso:

…a las aves, alas; a los peces, aletas; a los hombres que viven en la Naturaleza, el conocimiento de la Naturaleza: esas son sus alas. Y el medio único de ponerlas es hacer de modo que el elemento científico sea como el hueso del sistema de educación pública. Que la enseñanza científica vaya, como la savia en los árboles, de la raíz al tope de la educación pública. Que la enseñanza elemental sea ya elementalmente científica.

Aunque el prolongado período colonial vivido por Cuba, nos situó en relativa desventaja con algunos países continentales de Hispanoamérica —-en lo referente al desarrollo científico en general­— en los que respecta a la rama de la medicina los adelantos de hoy tienen sus antecedentes en el Dr. Tomás Romay,  cuando en 1802 se dio a la tarea de buscar cepas para la creación de una vacuna contra la viruela, y en 1803 se produjo la primera vacunación “brazo a brazo”, y dicho científico vacunó a sus hijos, dando prueba irrefutable de fe en la ciencia.

El creciente desarrollo de las ciencias naturales en Cuba se vio reflejado en el interés de los científicos e intelectuales por crear instituciones donde se expusieran y popularizaran los logros alcanzados. Ocupa un lugar destacado en estos antecedentes de la memoria histórica cubana, la Real  Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, creada en 1861. En esta institución se discutieron múltiples investigaciones, y en 1881 el Dr. Carlos Juan Finlay defendió en ella su tesis sobre el agente transmisor de la fiebre amarilla. Así mismo en 1887 se creó el Laboratorio Histobacteriológico e Instituto de Vacunación Antirrábica, donde a partir de las experiencias de Louis Pasteur en Francia con la vacuna antirrábica, y de Robert Koch con el vacilo de la tuberculosis, se produjo un vertiginoso desarrollo de la investigación, introduciéndose la referida vacuna y elaborándose  un grupo de sueros como el antidiftérico, de gran importancia por lo extendido de la enfermedad y por ser Cuba el primer país que lo utilizó en América.

Y aunque la situación colonial y el atraso político impedían el desarrollo de la ciencia, no faltaron voluntades en la intelectualidad cubana de la época que promocionaron el desarrollo científico y su popularización, abrigando la idea de que la promoción de la ciencia debe contribuir al desenvolvimiento sociopolítico. En este sentido, José Agustín Caballero (1762-1835), como director del Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana, inició el estudio de Francis Bacon, Isaac Newton y otros, y realizó experimentos de física y química en el Seminario. Félix Varela (1787-1853), como catedrático de Filosofía y Constitución en el propio seminario, expresó en 1821 su deseo de ver a Cuba como patria libre de esclavitud, unificada y apoyada por la ciencia. José de la Luz y Caballero, desde la misma institución, favoreció el avance de la ciencia y desarrolló relaciones personales con Alejandro Von Humbolt. Estos intelectuales y José A. Saco, fueron importantes figuras de la Sociedad Económica de Amigos del País y apoyaron desde esa institución la enseñanza de las ciencias y las técnicas.

(Continuará en el próximo número…)

 


 

           ACTIVIDADES DE NUESTRO DEPARTAMENTO

 - La Cátedra Martiana y el Departamento de Marxismo e Historia de la Facultad de Ciencias Médicas: “Manuel Fajardo” convocan al concurso: Martí y los estudiantes, en conmemoración a las diferentes fechas importantes que en los meses de abril y mayo tendrán lugar, en lo que a Nuestro Héroe Nacional se refieren. Para más información llamar al teléfono 8326550 ext. 135 o contactar con los siguientes correos: yoslaine@infomed.sld.cu (de la presidenta de la Cátedra Martiana: Yoslaine González Ramos) o maricelaeg@infomed.sld.cu (de la vicepresidenta de dicha cátedra y Jefa del Departamento: Juana Marisela Estrada Garzón).

- Nuestro departamento se encuentra impartiendo un nuevo Curso de Postgrado sobre Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnología para aquellos profesionales que aspiran a cambio de categoría docente y mínimo de doctorado.

- Queremos felicitar a todos los estudiantes y profesores de nuestra facultad que participaron en el evento HISTARTMED, celebrado en la Universidad de Ciencias Médicas del 21 al 23 de marzo pasado.

 


 

Historias Junto a Piti

Por: Armando Peña Herrera

Al otro día salí, acompañado de otros tres milicianos, a hacer una exploración hacia La Mesa, lugar donde estuvo la Comandancia del Che. Ya teníamos barba y la ropa en malas condiciones, parecíamos alzados. En el camino, llegando casi al firme de la Mesa, nos da el alto un grupo de hombres armados con fusiles de distintos tipos. Creí que habíamos caído prisioneros de los bandidos, sería el fin para nosotros. Me acordé en esos momentos de mi madre, de mi mujer, de mis hijos y de mis hermanos, bueno… de la familia completa.

Nos hicieron prisioneros. Traté de no entregar el fusil, pero ya tenía a uno de ellos por detrás de mí, clavándome la punta del cañón en la espalda. Nos quitaron las armas sin dejarnos de apuntar con las suyas a boca de jarro. Después de estar desarmados, el jefe dijo:

— Caminen delante y no traten de escapar.

Brundora, uno de los milicianos que me acompañaba, trató de hablar. Le indiqué silencio, no sabía en manos de quién habíamos caído prisioneros. Caminamos durante quince o veinte minutos hasta llegar a su campamento. Pensé ver a Manuel Beatón y ya me daba por muerto, sabía que era un asesino. Ya había asesinado  al Comandante Cristino Naranjo en Ciudad Libertad y al también  Comandante Francisco Tamayo (Pancho) en la Sierra Maestra.

Nos llevaron delante del jefe, el cual estaba sentado en una roca. Yo creí que estaba frente a Manuel Beatón, pues no lo conocía. Me extrañó ver que tenía grados de Capitán, barba y el pelo muy largo, como si llevara mucho tiempo en la Sierra. Nos empezó a interrogar:

— ¿Cuándo ustedes se alzaron? ¿Quién es su jefe?

Los tres compañeros se quedaron callados sorprendidos, esperando que yo hablara.

— El jefe soy yo — le contesté.

— Con que tú eres el jefe ¿no? – me ripostó. –Lo van a pagar bien caro, pues ya tienen algunos asesinatos.

— ¿Asesinatos nosotros?—le respondí.

— Dime dónde está Manuel Beatón. – Me preguntó el Capitán.

Entonces caí en cuenta de lo que realmente pasaba, en ese momento exclamé:

— Estamos salvados, seguiremos viviendo, compañeros— Todos nosotros comenzamos a reír.

¿Pero todavía son tan descarados que se ríen? – dijo molesto el Capitán.

— Capitán es que luchamos por lo mismo. A nosotros nos mandó el mismo Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a encontrar  y capturar a los bandidos – le refuté.

En esos momentos nos identificamos como La Milicia de la Casa del 26 de Julio del Cerro Machaco Ameijeira y él se identificó como el Capitán Cabrera. Nos dimos un emotivo abrazó, muy fuerte. Desde ese momento fue muy solícito y amable con nosotros. El estaba al frente de las Milicias Serranas, compuesta por campesinos de la misma Sierra Maestra. Todos tenían la ropa raída, al igual que nosotros, parecíamos alzados, por eso al principio la situación se prestó a confusión. Posteriormente, tratamos de comunicarnos, por la planta, con el Comandante Ango Sotomayor, pero no pudimos, el equipo había sufrido algún desperfecto por la lluvia. El Capitán Cabrera nos entregó nuevamente los fusiles y regresamos al campamento de Alto Conrado.

 



                                                                      Efemérides

 

  4/4/1961  Fundación de la Unión de Pioneros de Cuba.

4/4/1962    Fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas.

9/4/1958    Huelga General Revolucionaria. Caída en Combate de Marcelo Salado y de los mártires del 9 de Abril en todo el país.

10/4/1869  Es aprobada la constitución de Guáimaro. Creada  la Republica de Cuba en armas.

10/4/1892  Proclamación del Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí.

16/4/1961  Proclamación del carácter socialista de la Revolución: día del miliciano.

19/4/1961  Victoria de Girón: los mercenarios al servicio del imperialismo norteamericano son derrotados en 72 horas.

22/4/1870  Natalicio de Vladimir  Ilich Lenin.

24/4/1980  Muere el brillante escritor cubano Alejo Carpentier.

 



UN MOMENTO PARA LOS CINCO

 

Antonio Guerrero

CARTA A LOS UNIVERSITARIOS

Queridos estudiantes universitarios de nuestra amada patria:

Hace buen rato he tenido en mente escribirles unas líneas y hoy lo hago, 4 de abril, día hermoso, día especial en que la Unión de Jóvenes Comunistas cumple su 50 aniversario, y al mismo tiempo nuestra organización pioneril cumple sus 51 años de fundada.

 Ayer en la noche, ya pasadas las 10, pude escuchar por Radio Habana Cuba fragmentos de aquel histórico discurso de Fidel el 4 de abril de 1962 en que se creó la UJC, y con esa inigualable manera de expresar sus ideas, él le preguntaba a los jóvenes allí reunidos si ya podían considerarse revolucionarios, si ya eran verdaderos revolucionarios, y hubo una respuesta unánime de NO. La Revolución apenas comenzaba. Aquella juventud que ya había cumplido heroicas y trascendentales hazañas como la victoria en Girón y la alfabetización, aun necesitaba mayor preparación ideológica, mayor comprensión de lo que es una revolución socialista, del por qué era necesario una revolución socialista.

Y ayer, antes de que cerraran las puertas de las celdas, que lo hacen sobre las 9 y 30 de la noche, leía el libro Guerrillero del Tiempo y, específicamente, voy por la parte en que Fidel cuenta lo que influyeron aquellos tiempos en la Universidad de la Habana en su formación. En Cuba había solo una universidad con unos 15 mil estudiantes. Llegaban a estos estudios superiores solo los que tenían dinero para poderse graduar del bachillerato y luego pagar la universidad. En el ambiente de nuestra amada Colina Universitaria reinaba la delincuencia de una mafia, que quería imponer sus leyes, que mataba sin muchos miramientos y que constantemente chantajeaba y presionaba a todos los que se le interponían en sus objetivos, que eran el poder y la ambición, que era robar, como lo hacían todos en los gobiernos corruptos que dirigían el destino de nuestro pueblo en aquella dura y triste etapa de la república mediatizada.

Ahora aquí con la ideas que se agolpan, con el gran amor con que les escribo desde una prisión del imperio, pienso que lo más importante que pudiéramos los cinco decirles es que amen la Revolución, que comprendan la Revolución, que entiendan que el verdadero revolucionario no es el que lucha un día, no es el que cumple su deber un día o en una etapa, sino el que lucha y se entrega al deber sencillo todos los días.

Claro que ustedes son una juventud diferente a aquella de 1962. Ustedes tienen otra formación. Ustedes han tenido y tienen otras oportunidades y otras responsabilidades. Pero, al mismo tiempo, les ha tocado vivir un momento muy complejo, les toco atravesar por un "periodo especial" que puso a prueba la capacidad de resistencia de nuestro pueblo, su unidad, su integridad revolucionaria y les toca vivir y comprender el mundo convulso en que vivimos, así como los cambios que necesariamente ha tenido que hacer la Revolución, consecuencia de este momento histórico.

No quiero que me acusen de dar teque. No quiero que mis ideas les vayan a parecer más de lo mismo. Tengo gran esperanza en que comprenderán las razones de lo que les escribo.

Si hay algo que los cinco podemos decirle desde lo más profundo de nuestros corazones es que lo más preciado que puede tener un ser humano es entregarse con altruismo a una causa justa, lo más preciado que puede tener un ser humano es ser fiel a un ideal valedero, lo más preciado que puede tener un ser humano es saber dónde está el deber, el deber no solo ante la patria sino ante la humanidad, y pensar en el deber antes de pensar en cómo vivir mejor, como nos enseño el apóstol de nuestra independencia José Martí.

Los poderosos, que son dueños de los grandes medios de información, que son los que prescinden del capitalismo brutal para incrementar sus riquezas y su dominio, siembran constantemente el egoísmo, cultivan en los seres humanos y en los pueblos la ambición, el amor a las cosas materiales, el anhelo de ser rico y de vivir en la opulencia. ¿Acaso esa es la solución de los problemas de la humanidad? ¿Acaso el capitalismo es la solución a los agobiantes problemas del mundo? Todo lo contrario, no es solución y es el camino a la destrucción. Y no hace falta decir mucho para explicar esto.

Desde Cuba nos llegan constantemente cartas de nuestros pioneros y jóvenes. Ellas son siempre para nosotros un motivo de inmensa alegría. Ellas nos demuestran cuanto se interesa la juventud cubana por nuestra situación, a pesar de las múltiples tareas y responsabilidades que cada uno tiene ante el estudio y otras tareas. A veces no podemos responderles a todos y nos duele, pero comprenderán que priorizamos las respuestas a las cartas de los amigos solidarios del mundo que no son pocas.

Pero una vez más les expreso nuestro eterno agradecimiento por su apoyo, por su hermoso mensaje de aliento y cubanía, por hacernos sentir tan felices y libres cuando vemos en ustedes que el relevo de la Revolución está garantizado.

Estudien fuerte, estudien todos los días; lean sobre nuestra historia; busquen las raíces de las cosas, no se queden nunca en la superficie; expresen sus criterios, pero háganlo en el lugar y la forma adecuada; traten a todos con respeto que es la única forma de respetarse uno mismo; amen la justicia y la verdad; sean fieles a nuestro heroico y digno pueblo que ha sabido construir una obra que jamás decimos es perfecta, pero indudablemente es un ejemplo de humanismo y es un faro de esperanza para el mundo.

Ustedes siempre están presentes en cada día de nuestro injusto encierro y por ustedes somos felices y invencibles, por ustedes tenemos la certeza de que llegará el regreso a nuestro suelo amado.

El futuro de la patria esta en sus manos.

Jamás olviden a Maceo y a Martí, jamás olviden a Camilo y al Che, jamás le fallen a Fidel y a Raúl. Solo así se es un verdadero revolucionario.

Cinco abrazos fuertes.

¡Venceremos!

Antonio Guerrero Rodríguez

4 de abril de 2012

FCI Marianna

 



 

 

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