Revisión: Algunas consideraciones sobre la relación entre las lesiones malignas del cérvix y el Papiloma Virus.
Enviado por ivonne el Vier, 02/15/2013 - 11:08
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Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
Facultad Comandante Manuel Fajardo
Policlínico Universitario Vedado
Titulo: Algunas consideraciones sobre la relación entre las lesiones malignas del cérvix y el Papiloma Virus.
Autores:
Dra. Ivonne Despaigne Rodríguez
Especialista 1er grado en MGI. Profesora Instructora.
Dra. Bertha Álvarez Martínez
Especialista 1er grado en MGI. Profesora Instructora
RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica de actualización sobre la relación que existe entre las lesiones malignas del cérvix y la presencia de infección por el Virus Papiloma Humano (VPH). Se describe la epidemiología, formas clínicas y métodos de prevención. Las autoras enfatizan en el papel que tiene el VPH en la aparición del Cáncer Cervico uterino y la importancia de incluir a los pacientes masculinos en programas de en el diagnóstico precoz y seguimiento.
INTRODUCCIÓN.
En Cuba dentro de las proyecciones para la salud pública para el año 2015 se establecieron 8 áreas prioritarias, de las cuales forman parte las enfermedades transmisibles, las no transmisibles y los grupos especiales (1).
Dentro de las no trasmisibles se priorizan por su importancia los programas de control de las neoplasias , pues esta demostrado que el cáncer es un problema de primer orden en la salud pública mundial, siendo la segunda causa de muerte en la mayoría de los países desarrollados, solo precedida por las enfermedades vasculares. (2)
Se estima que las neoplasias se incrementaran rápidamente en los próximos años, principalmente a causa del envejecimiento de la población en muchos países del mundo.
Los canceres más frecuentes en los países en vías de desarrollo están asociados a virus y enfermedades infecciosas. No obstante se reconoce la relación con otros factores de riesgo tales como:el tabaco, la obesidad, dietas menos saludables e inactividad física. Cuba no escapa de esta realidad, a pesar que presenta en algunos aspectos comportamiento típicos de naciones desarrolladas.
El cáncer en Cuba constituye la segunda cusa de mortalidad, la de mayor impacto en la esperanza de vida al nacer y la primera en años de vida potencialmente perdidos; por tal motivo se decide el 14 de febrero del 2006 la creación de la Unidad Nacional para el Control del Cáncer (UNCC).
Los tumores genitales femeninos, sin incluir el cáncer de mama, representan una quinta parte de los tumores de la mujer, El más frecuente es el de cérvix, que se ubica actualmente como el segundo cáncer más común en la población femenina mundial reportándose aproximadamente 300 mil muertes en todo el mundo, y 80% de las mismas ocurre en países en vías de desarrollo.
Las autoras de este trabajo se proponen realizar una actualización sobre la relación que existe entre las lesiones malignas del cérvix y la presencia de infección por el Papiloma Virus.
Desarrollo
Desde finales de la década de los 70, se conoce la estrecha relación causal por ciertos genotipos de Virus Papiloma Humano (VPH) y el cáncer cervicouterino. Esta relación ha sido clasificada como natural y necesaria para el desarrollo del cáncer de cérvix y sus precursores, conocidos como displasia, neoplasia intraepitelial cervical (NIC) o lesiones intraepiteliales escamosas (LIE). Su infección persistente está implicada además de las del cervix con otras malignidades (3) (4).
El virus del papiloma humano es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente con una incidencia del 80 % de la población, se transmite en los humanos mediante el contacto con la piel y mucosas (5) (6).
Se han identificado más de cien tipos de Virus del Papiloma Humano (VPH) en su mayoría inofensivos. Los efectos de algunas de sus variedades cerca de 30 tipos diferentes están clasificados como enfermedades de transmisión sexual (ITS). Algunas de estas variedades que provocan infecciones genitales también puede causar cáncer cervicouterino y otros canceres de menor incidencia (5)(7).
Manifestaciones clínicas.
La infección por PVH, es la ITS de mayor incidencia en el mundo y se puede expresar en forma clínica, subclínica y latente. La manifestación clínica habitual es la presencia de los Condilomas Acuminados (CA), verrugas anogenitales, verrugas genitales, papilomas venéreos, verrugas venéreas o cresta de gallo (8).
En la infección subclínica las lesiones sólo son visibles por colposcopia. La infección latente, sin evidencia clínica, ni histológica, solo es posible identificarla con métodos de detección del ADN.
Las formas clínicas son generalmente causadas por tipos de papiloma virus humano de bajo riesgo oncogénico (PVH 6 y 11), que provocan en el 90% de los casos proliferaciones benignas, pero son un importante indicador para las infecciones por virus de alto riesgo.
La infección manifiesta está asociada en un 20 a 30 % de los casos, a lesiones cervicales o anales y es frecuente su coexistencia con formas subclínicas; estas últimas suelen ser causadas por tipos de PVH de alto riesgo oncogénico. La incidencia de infección con tipos virales oncogénicos parece ser más alta que con tipos virales no oncogénicos.
Algunos tipos de VPH (16,18 y 31) pueden causar Cáncer Cervico Uterino (CCU) en la mujer, cáncer anal, y cáncer en el pene este último es muy poco común, también están asociados con cáncer de cabeza y cuello.
Aunque la mayoría de las infecciones de VPH en la mujer no llegan a provocar CCU, es un hecho indiscutible que éste es el segundo cáncer más frecuente en la mujer después del cáncer de mama y es el VPH un requisito para el CCU. Se ha demostrado que el ADN del VPH está presente en la mayoría de las lesiones intraepiteliales del tracto genital inferior y en más del 99% de los cánceres cervicales. Hoy en día se acepta que el CCU es una enfermedad de transmisión sexual. Dicho descubrimiento afecta directamente los protocolos de prevención primaria y secundaria del cáncer de cérvix, así como a los de diagnóstico, seguimiento y tratamiento de personas infectadas por este virus.
Los investigadores señalan que para la transformación a neoplasia se requiere un tiempo aproximado de unos diez a quince años con determinados factores precipitantes, entre los que se incluyen los siguientes (9):
- Relaciones sexuales precoces fundamentalmente antes de los 16 años.
- Cambio frecuente de pareja, porque expone a la persona a varios subtipos de VPH.
- Tabaquismo por el efecto inmunodepresor.
- Inmunodepresión por diversas causas, incluyendo la presencia del VIH.
- Mujeres multípara con más de siete embarazos a término.
- Entre otras.
En el periodo de la adolescencia y durante los primeros embarazos se produce la migración de la unión escamocolumnar hacia el endocervix, en este proceso el epitelio cilíndrico es reemplazado por el epitelio plano estratificado originando la zona de transición, donde la susceptibilidad al riesgo de transformación maligna / célula blanco es probablemente mayor que en cualquier otro sujeto al cáncer. Estos cambios son más activos en etapas tempranas de la vida, donde la vida sexual es más activa, pero declinan después de la menopausia
Estos hechos repercuten en la práctica clínica y obligan al médico a replantear el paradigma por el que se rige en la prevención del cáncer del tracto genital inferior.
En resumen todas las búsquedas realizadas evidencian claramente la relación de la Infección por el virus papiloma humano, los condilomas acuminados y el cáncer cervicouterino.
Según datos oficiales 8 de cada 10 personas que hayan tenido relaciones a lo largo de su vida habrá sido infectada con el virus (VPH), al menos una vez en la vida. Es importante señalar que la gran mayoría de las personas infectadas tanto hombres como mujeres no sufre ningún efecto de la enfermedad y de hecho nunca se enteran, pero por el contrario, este individuo puede infectar a otros.
Prevención de la infección
La única manera segura de prevención del VPH es evitar el contacto con los genitales de la persona infectada. En segundo lugar el uso del preservativo, aunque acotamos que este disminuye el riesgo de contagio pero no protege toda la parte infectada, por lo que una conducta sexual responsable y la relación monogámica, disminuirán la posibilidad del contagio. En este sentido se debe enfatizar en que la relación monogámica depende de ambos miembros de la pareja. Por otra parte la realización de la citología vaginal y/o estudio colposcopico permitirán la detección de lesiones cervicales en etapas tempranas (10)(11).
Consideraciones finales:
El sistema de salud cubano cuenta con todo lo necesario para el control y diagnóstico de esta afección en todos los niveles del Sistema Nacional de Salud (SNS). A pesar de la existencia en el país de varios programas dedicados a las mujeres, la atención a las mismas todavía resulta inadecuada no existiendo una visión integradora del problema. .
Las autoras de este trabajo consideran que en el futuro deben incluirse a los pacientes del sexo masculino en el diagnóstico precoz y seguimiento ya que estos pueden presentar formas subclínicas y clínicas.
Los tumores por VPH diagnosticados en fase incipiente de desarrollo tienen más posibilidad de curación que los descubiertos en fases avanzadas. Lo anterior permite que: disminuyan los índices de pacientes con estadios avanzados de esta neoplasia; se disminuyan los gastos económicos directos e indirectos, tanto en la terapéutica como por concepto de certificados médicos, días-consultas, días-camas; y se reduzca la mortalidad por cáncer cervicouterino.
BIBLIOGRAFÍA
1. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Proyecciones de la Salud Pública en Cuba para el 2015. La Habana; 2006. p. 11 - 63.
2. Toledo Curbelo, G. Fundamento de Salud Pública. Epidemiología de las enfermedades no transmisibles y otros daños. Editorial Ciencias Médicas pág. 496-500. La Habana, 2005
3. Atalay F, Taskiran C, Taner MZ, Pak I, Or M, Tuncer S. Detection of human papillomavirus DNA and genotyping in patients with epithelial ovarian carcinoma. J. Obstet. Gynaecol. Res. 2007; 33 (6): 823 – 28)
4- Carvajal M, Berumen J, Guardado-Estrada M. The presence of aflatoxin B?-FAPY adduct and human papilloma virus in cervical smears from cancer patients in Mexico. Food Addit Contam Part A Chem Anal Control Expo Risk Assess. 2012;29(2):258-68.
5. León Cruz G, Bosques Diego O de J. Infección por el virus del Papiloma humano y factores relacionados con la actividad sexual en la génesis del cáncer de cuello uterino. Rev. Cubana Obstet Ginecol. 2005 [citado 26 de septiembre de 2008]; 31 (1)
6. Clavijo Balart I, Llópiz López LC, González Montero R. Papiloma cervical. MEDISAN 2008;12(1) disponible en http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol12_1_08/san14108.htm
7. Aubin F, Pretet C, Mougin D.Infection a papillomavirus humains. Ann. Dermatol. Venereol. 2007; 134 (1): 94 - 9.
8. “Estado Actual en cuanto al conocimiento de los Condiloma acuminados y el Cáncer Cervicouterino”. Jornada Científica Provincial en saludo al 70 Aniversario de la Fundación del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí“. Camagüey, 12 y 13 de febrero de 2009.
9. Bravo Polanco E, Roby Rojas R, Chaviano Marichal A. Factores de Riesgos asociados al cáncer cérvico – uterino. Cumanayagua. Enero a Diciembre 2000 en Internet. 2002 citado 21 de diciembre de 2008.
10. Carvajal M, Berumen J, Guardado-Estrada M. The presence of aflatoxin B?-FAPY adduct and human papilloma virus in cervical smears from cancer patients in Mexico. Food Addit Contam Part A Chem Anal Control Expo Risk Assess. 2012;29(2):258-68.
11. Walkiria y VINAS SIFONTES, Leida. Intervención comunitaria sobre factores de riesgo del cáncer cervicouterino. AMC. 2008, vol.12, n.5, pp. 0-0 . Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552008000500012&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1025-0255.
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