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Uno de cada cuatro médicos españoles tiene desgaste profesional

Mié, 04/24/2024 - 04:31

Uno de cada cuatro médicos españoles tiene burnout o desgaste profesional derivado de su trabajo, lo cual afecta no solo a su propia salud, sino a la calidad de la asistencia que prestan, según un estudio de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

«La prevalencia del síndrome de burnout es alta en los médicos que trabajan en España», en concreto de un 24 %, según cifran los investigadores en una revisión sistemática y metaanálisis de 67 estudios que aglutinan a 16 076 participantes y que han publicado en la revista Gaceta Sanitaria.

Cataluña, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana fueron las comunidades más representadas en los estudios, de los que más de la mitad (54 %) se realizaron en el ámbito hospitalario, el 37 % en atención primaria y el 9 % en ambos niveles.

Entre las medidas que podrían ayudar a combatir el burnout, el estudio plantea cambios en los patrones laborales, con más descansos, evitar trabajo fuera del horario laboral y conciliación con la vida personal; el desarrollo de herramientas de gestión emocional; el fomento del soporte social por parte de compañeros de trabajo, familia y amigos, y la diversificación laboral con posibilidad de realizar diferentes tareas.

También hay que tener en cuenta el origen del burnout y el tipo de profesional al que afecta, ya que en atención primaria suele relacionarse más con el trato a los pacientes, y en la residencia, con las características propias de esta etapa formativa.

El síndrome de desgaste profesional es un trastorno derivado del estrés crónico que las personas pueden sufrir en su trabajo.

Se caracteriza por tres síntomas: cansancio emocional, que genera agotamiento ante exigencias laborales por las que no se siente atractivo; despersonalización, que provoca distanciamiento en el trato e incluso rechazo hacia las personas del ámbito laboral; y falta realización personal, que genera una actitud negativa, irritabilidad, baja productividad y escasa autoestima.

Los médicos «son una población en riesgo de padecer burnout por el tipo de trabajo y la implicación emocional que este requiere; sus consecuencias no se limitan a la salud de los profesionales, sino también a la calidad de la atención prestada y a la propia organización.

Por ejemplo, algunos estudios y revisiones arrojan que este trastorno estaría asociado con una disminución del desempeño profesional, problemas de seguridad del paciente y una menor satisfacción de las personas usuarias.

Incluso se ha llegado a afirmar que «se está convirtiendo en un problema social y de salud pública que lleva asociado un gran coste económico».

De hecho, un estudio realizado en Canadá comprobó que, en una población de 70 000 médicos, con una prevalencia de burnout del 21%, los costes asociados a este problema ascendían a 213,1 millones de dólares -185,2 millones por jubilaciones anticipadas y 27,9 millones por reducciones de jornada-.

«Sería interesante realizar futuros estudios que valoraran el impacto económico del síndrome de burnout en médicos de España, donde existen 136 344 médicos trabajando en el Sistema Nacional de Salud, utilizando los resultados de prevalencia hallados en el presente trabajo», subrayan sus autores.

La investigación también ha analizado diversas variables y subgrupos, según la calidad de los estudios revisados, el ámbito de trabajo, la categoría profesional, la especialidad médica ejercida y momento de realización del estudio con respecto al inicio de la pandemia de Covid-19, sin que se hayan observado «cambios estadísticamente significativos» en las prevalencias.

23 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Las personas sienten que ahora se envejece más tarde

Mar, 04/23/2024 - 05:06

A mediados del siglo pasado las personas de 70 años eran considerados ancianos pero, hoy en día, los adultos de mediana y avanzada edad creen que tener 70 años ahora no es como antes. Para ellos, la vejez empieza más tarde.

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado este lunes en la revista de la Asociación Americana de Psicología Psychology and Agin, que sugiere que el aumento de la esperanza de vida y el retraso de la jubilación podrían explicar este cambio en la percepción pública de la vejez.

«La esperanza de vida ha aumentado, lo que podría contribuir a que se perciba más tarde el inicio de la vejez. Además, algunos aspectos de la salud han mejorado con el tiempo, de modo que las personas de cierta edad que se consideraban viejas en el pasado quizá ya no lo sean en la actualidad», afirma Markus Wettstein, investigador de la Universidad Humboldt de Berlín (Alemania) y autor principal del estudio.

No obstante, el estudio también ha hallado indicios de que la tendencia a percibir más tarde la vejez se ha ralentizado en las dos últimas décadas.

El equipo, formado por investigadores de las universidades de Stanford, Luxemburgo y Greifswald (Alemania), examinó los datos de 14 056 participantes en la Encuesta Alemana sobre el Envejecimiento, un estudio que incluye a personas residentes en Alemania nacidas entre 1911 y 1974.

Los participantes respondieron a las preguntas de la encuesta hasta ocho veces a lo largo de 25 años (1996-2021), cuando tenían entre 40 y 100 años. Además, a medida que las generaciones mayores entraban en la mediana edad y en la vejez, el equipo iba reclutando nuevos participantes (de 40 a 85 años).

Y aunque los participantes tuvieron que responder a muchas preguntas, la principal de la encuesta era: «¿A qué edad describiría a alguien como viejo?». Así descubrieron que, en comparación con los participantes nacidos antes, los nacidos más tarde percibían la vejez más tarde. Por ejemplo, cuando los participantes nacidos en 1911 tenían 65 años, fijaban el inicio de la vejez en los 71 años. En cambio, los participantes nacidos en 1956 dijeron que la vejez comienza a los 74 años, de media, cuando tenían 65 años. Sin embargo, los investigadores también descubrieron que la tendencia a percibir más tarde el inicio de la vejez se ha ralentizado en los últimos años. «La tendencia a posponer la vejez no es lineal y podría no continuar necesariamente en el futuro», concluye Wettstein.

Los investigadores también analizaron cómo cambiaba la percepción de la vejez de los participantes a medida que envejecían. Así comprobaron que, a medida que envejecían, su percepción del inicio de la vejez se alejaba: A los 64 años, el participante medio decía que la vejez empezaba a los 74,7 años; a los 74 años, decían que la vejez empezaba a los 76,8 años; de media, la percepción del inicio de la vejez aumentaba aproximadamente un año por cada cuatro o cinco años de envejecimiento real.

Finalmente, los investigadores examinaron cómo influyen el sexo y el estado de salud en las diferencias en la percepción del inicio de la vejez. Comprobaron que las mujeres, por término medio, decían que la vejez empezaba dos años más tarde que los hombres, y que la diferencia entre hombres y mujeres había aumentado con el tiempo. También descubrieron que las personas que se sentían más solas, tenían peor salud y se sentían mayores decían que la vejez empezaba antes, de media, que las que se sentían menos solas, tenían mejor salud y se sentían más jóvenes.

Según Wettstein, los resultados pueden tener implicaciones sobre cuándo y cómo las personas se preparan para su propio envejecimiento, así como sobre la opinión que tienen de los adultos mayores en general.

22 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Cómo saber si duermen bien los adolescentes y jóvenes

Lun, 04/22/2024 - 04:11

La adolescencia es un periodo de intensos cambios, físicos, psicológicos, emocionales y sociales. La Organización Mundial de la Salud la ubica entre los 10 y los 19 años, mientras que la juventud hasta los 24 años. Varios profesionales, así como la Asociación Americana de Pediatría, consideran que este periodo se alarga hasta los 21 años.

Aproximadamente un 30 % de los niños y de los adolescentes padecerán alguna alteración relacionada con el sueño a lo largo de su desarrollo, tal y como asegura en una entrevista la pediatra especialista en Medicina de la Adolescencia, y miembro de la Sociedad Española de la Medicina de la Adolescencia (SEMA) Inés Hidalgo.

Así, dice que el sueño del adolescente se caracteriza por un retraso biológico en el inicio y en la finalización de la secreción nocturna de melatonina (ritmo circadiano): «En estos, además, el acúmulo de la presión de sueño a lo largo del día se produce de una manera más lenta. Por ello, el nivel de somnolencia a última hora del día es menor y, con ello, se retrasa el inicio del sueño».

Otros factores que dificultan que el adolescente cubra sus necesidades biológicas de sueño son, tal y como apunta: la irregularidad de los horarios los fines de semana (acostarse más tarde y alargar el sueño por las mañanas los fines de semana); junto con el uso a última hora del día de la tecnología (supresión de la secreción de melatonina por la luz de los dispositivos).

«También los horarios escolares tienen una gran influencia en el sueño del adolescente. Se ha visto que cada 10 minutos de retraso en el horario de inicio escolar se corresponde a un incremento de la posibilidad de dormir más, y a una disminución de la sensación de cansancio durante el horario escolar», argumenta.

En el sueño del adolescente también influyen otros aspectos como trabajar tras el instituto, la socialización, la participación en deportes, las actividades extraescolares, junto con la falta de control paterno y el saltarse las reglas para dormir bien (higiene del sueño), manifiesta esta doctora de atención primaria.

CUÁNTAS HORAS DEBE DORMIR UN ADOLESCENTE

Con ello, recuerda que la duración ideal del sueño es la que nos permite realizar una actividad diaria con normalidad; insiste en que cada persona tiene unas necesidades específicas; de manera que la duración del sueño varía en función de la edad, del estado de salud de la persona, pero también del estado emocional, e incluso de la geografía de la persona.

«Las necesidades diareias de sueño de los adolescentes según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (NFS, por sus siglas en inglés) oscilan desde las 11 horas (percentil 97) a las 7 horas (percentil 3); siendo el valor del percentil 50 de 7 a 9 horas diarias», precisa.

También cree Hidalgo que hay que considerar el ‘cronotipo de sueño’, que es la predisposición natural que cada persona tiene de experimentar picos de energía o momentos de descanso según la hora del día; siendo distinto en cada persona.

«Dormir un número adecuado de horas, de forma regular, se asocia lógicamente con mejores resultados en salud: mejor atención, conducta, aprendizaje, memoria, regulación de las emociones, calidad de vida, salud física y mental. Mientras, un déficit crónico de sueño puede provocar muchos problemas: accidentes de tráfico y de todo tipo, somnolencia diurna patológica, hiperactividad, inatención, fracaso escolar, alteración del comportamiento, depresión, alteraciones en la esfera endocrina como obesidad, o diabetes, así como hipertensión, aumento del riesgo cardiovascular y alteraciones inmunológicas entre otras», detalla esta experta.

COMO SABER SI HAY UN PROBLEMA DEL SUEÑO

Con ello, preguntamos a esta pediatra y miembro de la Sociedad Española de la Medicina de la Adolescencia cómo pueden saber los padres si sus hijos cuentan o no con un problema de sueño, recordando que estos se consideran cuando se dan «patrones insatisfactorios para los padres, el chico o el pediatra y pueden estar relacionados con el bienestar del paciente o de la familia»; mientras que un trastorno en sí del sueño se define como «una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo».

De forma práctica, esta doctora clasifica los problemas del sueño, por ejemplo, en pacientes a los que les cuesta dormirse (insomnio por higiene del sueño inadecuada, insomnio conductual, síndrome de retraso de fase (SRF), o síndrome de piernas inquietas (SPI).

Dice que, entre otros, también puede haber un problema con el sueño del adolescente si el paciente se duerme durante el día, y esto podría darse por una privación crónica del sueño por diferentes causas (dormir pocas horas, uso de estimulantes, uso de drogas, fármacos, nuevas tecnologías de información y comunicación y enfermedad psiquiátrica entre otras); aunque también se incluyen la narcolepsia, o la hipersomnia idiopática, entre otros.

«Para saber si hay un problema del sueño, el profesional realizará una adecuada historia clínica, una exploración física completa, y la agenda de sueño. Posteriormente, puede ayudarse de diferentes cuestionarios y de pruebas diagnósticas según el caso», concreta la doctora Hidalgo.

A su vez, recuerda que en los adolescentes es habitual que haya periodos en los que necesiten más horas de sueño: «Si, como hemos comentado los fines de semana los adolescentes duermen más para recuperar el déficit de sueño que van acumulando a lo largo de la semana por las circunstancias comentadas (pantallas, o horarios, por ejemplo), e incluso las salidas del fin de semana. Igualmente, esto se diferencia con una adecuada historia clínica, con una exploración física completa y con la agenda de sueño. Posteriormente, el profesional puede ayudarse de diferentes cuestionarios, y de pruebas diagnósticas».

EL CASO DE LA HIPERSOMNIA

Le preguntamos concretamente a esta pediatra por los casos de hipersomnia en el adolescente, fruto de ese déficit crónico de sueño, o Somnolencia Diurna Excesiva (SDE), y que se refiere a periodos de tiempo prolongados sin dormir, y por el que el adolescente se va durmiendo en el colegio, por ejemplo, o es hiperactivo e incapaz de sentarse en clase. Y es que el problema que hay hoy día con la hipersomnia en adolescentes es que ésta no suele descubrirse hasta que no se manifiesta en el rendimiento escolar del menor, y en que su vida diaria se ve alterada, por lo que su diagnóstico precoz es clave.

«En un estudio en 2008 de Pin y cols. realizado en 750 adolescentes entre 13-14 años, se observó que el 52,8 % presentaba SDE, cifra como vemos muy elevada. En la SDE intervienen muchos factores: problemas psiquiátricos o médicos, uso de medicamentos como metilfenidato, antihistamínicos, déficit de sueño, sueño fragmentado por luz, ruido, dolor, las nuevas tecnologías, una mala higiene del sueño y trastornos primarios del sueño (SRF, SPI)», relata la miembro de SEMA.

CÓMO SOSPECHAR DE HIPERSOMNIA

Con todo ello, preguntamos a esta pediatra por los principales signos de hipersomnia o déficit crónico de sueño, que tal y como apunta se manifiesta por: despertar matutino difícil; dormir el fin de semana dos horas más de lo habitual; somnolencia en horario escolar o siestas durante el día; alteraciones del ánimo, o del comportamiento durante el día, que mejoran cuando el paciente duerme más tiempo.

«Un déficit crónico de sueño se acompaña de alteraciones cognitivas, del aprendizaje, alteraciones emocionales con irritabilidad, psicológicas y físicas, afectando de forma muy importante a la calidad de vida del paciente y a su entorno. La expresión clínica de la SDE puede variar según la edad, así en los niños pequeños puede haber una necesidad de siestas o de hiperactividad paradójica, déficit de atención con problemas de aprendizaje y desarrollo; mientras que en adolescentes la clínica es similar al adulto con somnolencia, déficit cognitivo e irritabilidad, así como afectación del rendimiento escolar», agrega.

PUEDEN AFECTAR AL DESARROLLO DEL PACIENTE

Con todo ello, esta experta señala que los trastornos del sueño constituyen un problema de salud pública ya que, si no se tratan adecuadamente, afectarán al desarrollo del paciente, aparte de que pueden evolucionar a la edad adulta, a la vez que indica que su presencia puede exacerbar otros problemas que el paciente tenga de base.

Los problemas del sueño en la adolescencia pueden condicionar la salud en etapas posteriores, de manera que un tercio de los adolescentes que presentan problemas del sueño a los 16 años los tienen aún a los 23 años; mientras que un 10 %, a los 42 años. «Así pues, mejorar el sueño del adolescente es mejorar el sueño y la calidad de vida no sólo en la adolescencia, sino en las etapas posteriores de la vidad», avanza esta experta.

No obstante, considera que, en general los trastornos del sueño están infravalorados tanto por los pacientes, como por sus familias, y a veces por los propios profesionales. «Debemos tener en cuenta que estos problemas pueden prevenirse y tratarse. La reducción del déficit de sueño es posible mediante la educación y la difusión del conocimiento», insiste la miembro de SEMA.

En este sentido, recuerda que el estudio SHASTU (Sleep Habits in Students Performance, financiado por la UE dentro del programa Erasmus plus) refleja que el porcentaje de alumnos que superan la línea de corte de una mala calidad de sueño pasaba del 22,5 % al 12,3 % tras establecer durante dos años unos correctos hábitos e higiene del sueño dentro del programa formativo de los centros educativos.

CONSEJOS PARA QUE UN ADOLESCENTE DUERMA MEJOR

En última instancia, las medidas importantes para la higiene del sueño en el adolescente son, tal y como enumera:

-Mantener un horario regular al acostarse y despertarse, incluso el fin de semana.

-Crear un ambiente adecuado para dormir en cuanto a luz, temperatura, y ruido.

-Respetar el ciclo luz-oscuridad, la exposición a luz intensa por la mañana ayuda a adelantar la fase de sueño; debemos evitar el uso de gafas de sol en esas primeras horas; del mismo modo, el sueño debe conciliarse en un ambiente oscuro, pues la luz interfiere negativamente en la síntesis de melatonina.

-Ir al centro docente andando, o en bicicleta, por ejemplo.

-Evitar las siestas; pero si las precisa que sean cortas, de unos 10 minutos, al menos, seis horas antes de la hora previa de acostarse.

-No se aconseja el uso de tecnología una hora antes de acostarse y su dormitorio debe estar libre de tecnología.

-El ejercicio físico moderado intenso deberá practicarse, a ser posible, por la mañana o al inicio de la tarde, evitando hacerlo en las dos horas previas al sueño.

-Evitar cenar después de las 9 o las 9 y 30 de la noche.

-Evitar el consumo de alimentos/bebidas excitantes (chocolates, refrescos) y otras sustancias con efectos nocivos para la salud (tabaco, alcohol, drogas).

-Se debe usar la cama solo para dormir, y levantarse de ella si no puede conciliar el sueño (control de estímulo), restringiendo el tiempo en la cama al tiempo real de sueño (restricción de sueño).

-Uso de técnicas de relajación y estrategias cognitivo-conductuales para reducir la ansiedad.

-Los padres deberán ser entrenados en el reconocimiento del déficit de sueño: irritabilidad, difícil despertar, recuperación durante el fin de semana; además, deberán favorecer el ambiente propicio al sueño al final de la tarde y dar ejemplo con unas adecuadas medidas de higiene del sueño.

19 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de |Noticia

Descubren 95 regiones del genoma vinculadas al trastorno del estrés postraumático

Vier, 04/19/2024 - 03:48

Un estudio genético con más de 1,2 millones de personas ha permitido localizar 95 loci (regiones genómicas) asociadas al riesgo de sufrir trastorno del estrés postraumático (TEPT), una información que ayudará a averiguar por qué sólo cerca del 6 % de los que padecen un trauma desarrollan después este trastorno.

Entre las 95 loci descubiertas por el estudio, se incluyen 80 que no se habían identificado previamente. El estudio, realizado por el Consorcio de Genómica Psiquiátrica (PGC-PTSD) junto con Cohen Veterans Bioscience, también ha identificado 43 genes que parecen tener un papel en la causa del TEPT.

Los resultados del estudio, el mayor y más diverso realizado hasta la fecha, se han publicado este jueves en la revista Nature Genetics. La investigación, que confirma que la heredabilidad es una característica fundamental del TEPT, ofrece nuevas dianas para futuras investigaciones que podrían conducir a nuevas estrategias de prevención y tratamiento.

‘Esto es un hito para la genética del TEPT’, subraya Karestan Koenen, autor principal del estudio, miembro del Instituto Broad del MIT y Harvard, e investigador del Centro Stanley de Investigación Psiquiátrica del Broad.

Estudios genéticos previos, incluidos algunos de este equipo, habían revelado que el TEPT tiene un componente genético y que muchos genes distintos contribuyen a este trastorno pero los científicos no sabían distinguir los loci que eran específicos del riesgo de TEPT de los que también estaban vinculados a afecciones como la depresión y las enfermedades cardiovasculares.

Además, los conjuntos de datos genéticos también se han centrado históricamente en las personas de ascendencia europea, a pesar de que existe una carga desproporcionadamente alta de trauma y TEPT entre las personas de ascendencia africana, nativa americana y latinoamericana en los Estados Unidos y en todo el mundo.

En el nuevo estudio, los investigadores del PGC recopilaron datos de 88 estudios diferentes de asociación de genoma completo, que utilizan datos genéticos de grandes grupos de personas para buscar asociaciones entre regiones del genoma y la probabilidad de desarrollar una enfermedad o rasgo. En total, el conjunto de datos contenía información sobre el riesgo de padecer TEPT de más de 1,2 millones de
individuos de ascendencia europea (entre ellos, unos 140 000 con TEPT), unos 50 000 con ascendencia africana (entre ellos, unos 12 000 con TEPT) y unos 7 000 con ascendencia nativa americana (unos 2 000 con TEPT).

El metaanálisis de los datos reveló 95 loci fuertemente asociados con el TEPT -incluidos 80 que no se habían identificado previamente- y 43 genes que parecían desempeñar un papel en la causa del TEPT.

Los investigadores descubrieron que el TEPT compartía muchas características genéticas con la depresión, así como varios loci específicos del TEPT. Y aunque en estudios anteriores se había observado una mayor prevalencia del TEPT en mujeres que en hombres, los investigadores no encontraron pruebas de ello en sus datos.

El equipo examinó el cromosoma X, algo que no habían hecho estudios anteriores, y hallaron cinco loci relacionados con el TEPT pero creen que estos cambios en el cromosoma X tendrían efectos similares en hombres y mujeres. Para investigar más a fondo cómo afecta la genética del TEPT al cerebro, el equipo estudió los datos de expresión génica y descubrió que el cerebelo, la región del cerebro que controla el movimiento y el equilibrio, puede estar implicado en el trastorno, además de regiones que los científicos habían relacionado anteriormente con el TEPT, como el córtex y la amígdala.

En concreto, el equipo descubrió que las interneuronas, que conectan las neuronas motoras y sensoriales, estaban implicadas en el riesgo de TEPT pero habrá que hacer nuevos estudios para determinar cómo afectan los genes clave de estos tejidos y células a los síntomas y comportamientos del TEPT.

‘Por primera vez, nos estamos aproximando a una arquitectura genética del TEPT, que valida los conocimientos previos sobre parte de la biología crítica que subyace a los trastornos relacionados con el trauma y, al mismo tiempo, apunta hacia nuevas dianas y mecanismos emocionantes y novedosos’, afirma Kerry Ressler, colíder del grupo de trabajo PGC dedicado al TEPT. ‘Estos datos son un primer paso importante en los planteamientos de próxima generación de intervenciones novedosas para el TEPT’, subraya.

18 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Científicos abren la ‘compuerta’ de la proteína esencial para el aprendizaje y la memoria

Jue, 04/18/2024 - 04:17

Expertos han conseguido observar y describir la proteína Asc-1 que actúa como una ‘compuerta’ que se abre y se cierra para determinados aminoácidos claves para el aprendizaje.

Un equipo de investigadores ha logrado observar en una escala atómica la «compuerta» de una proteína que es esencial para el aprendizaje y la memoria, un descubrimiento que podría servir para diseñar fármacos contra la esquizofrenia, el ictus y otras enfermedades neurológicas.

Lo han logrado investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España y otros centros y universidades españoles, y los resultados se han publicado en la revista Nature Communications.

El CNIO señala en una nota difundida este miércoles que todo el comportamiento humano -aprender de una experiencia, recordar una anécdota o modificar una actitud- es el resultado del intercambio de compuestos químicos entre neuronas, los llamados neurotransmisores.

Desentrañar qué ocurre exactamente a escala molecular cuando las neuronas se comunican entre sí, en un proceso llamado «sinapsis», es indispensable para entender el cerebro humano en general, y en particular para contribuir a solucionar problemas de salud mental.

Los investigadores han conseguido observar y describir la estructura de una proteína (la Asc-1) presente en la membrana de las neuronas, una proteína que actúa como una «compuerta» que se abre y se cierra y que actúa como transportador específico para determinados aminoácidos claves para el aprendizaje y la memoria.

La actividad de esa proteína ha recordado el CNIO, se ha relacionado con distintos tipos de enfermedad mental, y conocer su forma tridimensional permitirá el desarrollo de nuevos fármacos para estas patologías.

El científico Óscar Llorca, del CNIO, explica que modular la actividad de esa proteína puede ser una estrategia terapéutica en afecciones como el ictus y la esquizofrenia, y ha precisado que la determinación de su estructura a resolución atómica es importante «porque puede ayudar en la búsqueda de compuestos que modifiquen su actividad».

La colaboración entre los diferentes centros de investigación ha sido clave para desentrañar los misterios de esta proteína y ha ofrecido a los investigadores una visión sin precedentes de su estructura y funcionamiento.

«Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la compleja maquinaria celular subyacente a procesos cognitivos fundamentales, sino que también nos acerca al desarrollo de intervenciones terapéuticas más precisas para una gama de trastornos neurológicos», señala Manuel Palacín, jefe del laboratorio de Transportadores de Aminoácidos y Enfermedad del IRB Barcelona y catedrático del Departamento de Bioquímica y Biomedicina Molecular de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.

Todas las células del organismo tienen en su membrana «compuertas» para intercambiar sustancias con el medio exterior: proteínas que están continuamente abriéndose y cerrándose según las necesidades de la célula.

Esta proteína (Asc-1) está principalmente en las neuronas del hipocampo y la corteza cerebral, en el cerebro, y se especializa en introducir o sacar de la neurona dos aminoácidos fundamentales para las conexiones neuronales (las sinapsis) implicadas en el aprendizaje, la memoria y la plasticidad cerebral –la capacidad que tiene el sistema nervioso de modificar sus circuitos en respuesta a nuevos entornos–.

Las fluctuaciones en el suministro de esos aminoácidos se han asociado a la esquizofrenia, a los infartos cerebrales, a la ELA y otras enfermedades neurológicas, según el CNIO, que ha observado que desde hace tiempo que se intenta, de momento sin éxito, diseñar fármacos que regulen la actividad de esa enfermedad para tratar estas enfermedades, por lo que conocer con detalle su estructura atómica puede aportar información clave para lograrlo.

17 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Sanidad española instaurará un registro de ‘sufrimiento psíquico’ relacionado con el trabajo

Jue, 04/18/2024 - 04:07

El Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad está trabajando para incluir en el futuro sistema de vigilancia epidemiológica un registro en el que se notificará cualquier sospecha de sufrimiento psíquico de origen laboral porque «el trabajo está quebrando a los trabajadores».

La idea es, según ha explicado este miércoles la comisionada, Belén González, poder «sacar conclusiones de cuál es el volumen de sufrimiento psíquico que se está produciendo en relación al trabajo» y «certificar ya de una vez por todas que existen trastornos mentales derivados de la actividad laboral», que en España no se reconoce.

El registro formará parte del futuro sistema de vigilancia epidemiológica que dependerá de la Agencia Estatal de Salud Pública, e incorporará el seguimiento de enfermedades infecciosas pero también de las no transmisibles.

La información que se recabe de él permitirá «analizar qué condiciones de trabajo también están influyendo y en qué personas» lo está haciendo.

González ha explicado que la comunicación de la sospecha se hará desde el sistema sanitario, desde los propios clínicos, y de ahí pasará al departamento de salud laboral, que pertenece a las comunidades.

Una vez estudiada la sospecha, se elevará o no al Ministerio y, de confirmarse, se procederá entonces a diseñar las medidas que se tienen que poner en marcha, «comunicándolo directamente con las empresas, con otros servicios de prevención de riesgos laborales, y con el propio paciente».

«Las condiciones estructurales de trabajo están provocando sufrimiento psíquico y nos van a permitir tener una imagen que ya intuimos, y es que la precariedad laboral se ceba mucho más, por ejemplo, con las mujeres migrantes de clase baja», ha indicado la comisionada.

Sanidad está trabajando con los Ministerios de Seguridad Social y de Trabajo para poder traducir estos problemas en políticas que permitan «actuar contra este posible sufrimiento», y que serán «medidas de transformación de las estructuras laborales» que protejan a los trabajadores «del sufrimiento psíquico dentro del ámbito laboral».

«Vamos a empezar a presionar para que haya un cambio dentro de los trabajos, para que los modelos laborales y las condiciones laborales cambien, porque no es que mandemos sujetos frágiles a los trabajos y entonces se quiebren, lo que ocurre es que los trabajos están quebrando a los trabajadores», ha zanjado.

De ahí que haya insistido en que hay que «cambiar la cultura laboral hacia una que no priorice solamente la productividad y la economía y el incremento de beneficios y que, sobre todo, esté centrada en la salud de los trabajadores», ha enfatizado.

Por otra parte, la comisionada de Salud Mental se ha referido a la guía integral de prescripción de psicofármacos para reducir el consumo y las recetas de este tipo de medicamentos que está preparando su departamento.

«Frente a cualquier sufrimiento no es banal dar una pastilla, porque esa pastilla puede generar más problemas de los que quite, incluso cuando está dirigida a aliviar un sufrimiento», ha aseverado González.

Pese a que es «súperconsciente de que no va a resolver el problema» ni va a «aliviar el sufrimiento», la realidad es que «estamos abusando de estas medicaciones y subestimando los problemas que pueden causar a medio y largo plazo».

Durante el acto, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha lamentado lo que ha denominado «una epidemia de malestar psíquico» que tiene su origen en los determinantes sociales de la salud, pero que «exceden las competencias» de su departamento.

Así, esta epidemia requiere de «una mirada muchísimo más amplia, muchísimo más holística», que implique a más ministerios. «Ninguno estamos libres de padecer un trastorno de salud mental, y hay que señalar cuál es el entorno y cuáles son esos determinantes», ha concluido.

17 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Expertos dominicanos tratan el suicidio desde la obra de Van Gogh

Mar, 04/16/2024 - 04:15

Expertos dominicanos en salud mental destacaron hoy la importancia de la asociación de los colores con las emociones de las personas, pues podrían advertir sobre el inicio o desarrollo de una enfermedad mental.

Acerca de este interesante tema, especialistas del Departamento de Salud Mental realizaron el conversatorio «El Suicidio visto desde la obra de Vincent Van Gogh».

El doctor Alejandro Uribe, director de dicho Departamento, analizó los indicadores de salud mental como la autoestima, la impulsividad y los síntomas depresivos e ideas suicidas, reflejados estos dos últimos en la obra del artista holandés, según señaló.

Recordó que Van Gogh, uno de los pintores más famosos y reconocidos a nivel mundial, luchó contra la depresión y la ansiedad durante casi toda su vida, y finalmente se quitó la vida a los 37 años de edad.

Consideró que su inestable carácter marcó su estilo artístico y dijo que en sus obras se puede advertir algún rasgo de su personalidad.

Entre estos elementos, mencionó el tratamiento de los colores, trazos, objetos dibujados y sus autorretratos, que mostraban una psicología enfermiza.

El especialista habló sobre los diferentes tipos de colores y su relación con alegría y la tristeza.

Mientras el verde tiene un efecto calmante, el amarillo- muy utilizado por Van Gogh, representa un reclamo de atención, inteligencia, pero en un tono más claro revela preocupación y enfermedad.

Para historiadores del arte, una de las principales motivaciones del pintor, a quien describen como un individuo solitario, era transmitir sentimientos.

Elías Tejada, técnico del Departamento de Salud Mental, aplaudió la idea de celebrar la conferencia en el Museo de Historia Natural y Geografía, fuera de los hospitales, clínicas y universidades, donde de manera habitual se trata el suicidio, un problema de salud pública importante pero con frecuencia descuidado.

13 abril 2024|Fuente: Prensa Latina||Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Más tiempo en las redes supone un mayor aislamiento y más posibilidad de trastornos mentales

Mié, 01/17/2024 - 05:00

Los psicólogos de varios centros sanitarios del grupo Ribera, ante los regalos de miles de dispositivos electrónicos que han traído Papá Noel y los Reyes Magos a los hogares, avisan de que ‘más tiempo en las redes sociales e internet supone un mayor aislamiento y más posibilidad de desarrollar trastornos mentales’.

El equipo de psicólogas del hospital Ribera Polusa y la Clínica Santo Domingo Polusa, Lucía Arza, Cristina López Mouriz, Lucía Fernández y Belén Vázquez, asegura que ‘la práctica clínica demuestra que las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado considerablemente en los últimos años, y las redes sociales provocan que esta sintomatología empeore’.

‘Utilizar diariamente plataformas y aplicaciones de internet, ver amigos o ídolos disfrutando activamente de fiestas o eternamente de vacaciones en imágenes poco realistas genera la sensación de que se están perdiendo cosas de un mundo falsamente idílico’, explican, lo que supone ‘un peligro para su autoestima y puede llegar a manifestarse en forma de trastornos emocionales como ansiedad, estrés y depresión, entre otros’.

En esta línea, psicóloga infanto-juvenil Mercedes Maruenda recuerda que la Inteligencia Artificial es una tecnología que forma parte de nuestras vidas desde hace años, como las recomendaciones en las plataformas de televisión o música, o en las redes sociales, aunque está adquiriendo más presencia en diferentes ámbitos.

Pero añade que ‘dado que la IA nos ‘facilita y guioniza’ el camino a seguir, en los niños esto puede afectar a nivel cognitivo y emocional, además de que limita la imaginación y la creatividad, por no hablar de la dependencia que genera, por la multitud de estímulos que ofrece’.

Además, añade, ‘la dependencia puede aislarlos del mundo real, en una etapa en la que son fundamentales las relaciones con el grupo de iguales, y limita un desarrollo emocional saludable.

En la era de la Inteligencia Artificial, las psicólogas de Ribera Polusa insisten en la importancia de la educación digital y emocional para ayudar, sobre todo a los menores, a protegerse de las consecuencias negativas de las publicaciones falsas y no ser manipulados por este tipo de contenidos. En su opinión, es ‘clave’ también mantener unan comunicación abierta padres-hijos, validar sus emociones y ofrecerles apoyo siempre que lo necesiten, además de ‘enseñarles a conocer y valorar sus propias cualidades y logros, independientemente de la aprobación de los demás, fortaleciendo su autoestima, y enseñarles la importancia de gestionar su privacidad’.

Así, recomiendan, además, fomentar el pensamiento crítico, localizar fuentes de información ‘seguras y fiables, valorar diferentes puntos de vista y promover siempre el respeto a los demás’.

‘Para que el menor reaccione ante las fake news de manera crítica, reflexiva y prudente es clave que le enseñemos estos recursos, analicemos juntos posibles noticias falsas y facilitemos lectura de contenidos adecuados a su madurez, con el objetivo de que llegue a ser autónomo, y pueda diferenciar entre un engaño y una noticia real’, aseguran. CONSECUENCIAS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES La Asociación Española de Videojuegos asegura que el 70% de los niños que usan consolas para jugar a videojuegos tiene entre 11 y 14 años.

Sin embargo, más de la mitad de menores de entre 6 y 11 años (un 57%) ya pasa varias horas a la semana con este tipo de entretenimiento. Además, la mayoría de menores de 11 años tienen móvil y con él, acceso ilimitado a internet y las redes sociales.

Ante esta situación, las especialistas señalan que la adolescencia ‘constituye una gran ventana de plasticidad neuronal, dónde el cerebro se desarrolla para ser más eficaz. Esta flexibilidad, deja a los jóvenes más expuestos a influencias externas, tales como la manipulación de imágenes, videos y audios, incluida la inteligencia artificial, causando en ocasiones confusión y afectándoles emocionalmente’.

Por su parte, Juan Pablo López, psicólogo especializado en adicciones de Ribera Hospital de Molina, asegura que ‘estamos viendo un aumento alarmante de niños que llegan a nuestras consultas con problemas para dejar sus dispositivos, manifestando agresividad, irritabilidad y dificultades en su relación con sus padres y, en algunos casos, una disminución o retraso en el desarrollo del lenguaje’. Pomba Liñares, psiquiatra y pediatra, y Mónica Villar, psicóloga sanitaria y neuropsicóloga, están al frente de la Unidad de Psiquiatría y Psicología Infantil del hospital Ribera Povisa, y aseguran que en los últimos años han aumentado casi un 50% y se han agravado los problemas de salud mental en niños y adolescentes, con más síntomas depresivos, autolesiones y conductas suicidas. Explican que el Covid y los meses de aislamiento y restricciones para el contacto social han influido, pero la situación no se ha revertido tras la vuelta a la normalidad en todos los ámbitos. ‘Aproximadamente la mitad de los trastornos mentales tienen su debut antes de los 18 años’, explica la doctora Pomba Liñares, que remarca la relevancia de la detección temprana: ‘El reconocimiento precoz y el adecuado manejo de las primeras manifestaciones clínicas puede determinar un cambio esencial en el curso y el pronóstico de las enfermedades mentales’, subraya.

 Enero 17 /2024(Europa-Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A